Seguro que te ha pasado más de una vez querer irte de vacaciones pero no saber a dónde. Sobre todo si lo que está sobre la mesa es un viaje con varias personas, ya que cada uno quiere ir a un sitio y nadie se pone de acuerdo. Sin embargo, y aunque no lo parezca, hay una solución para cuando no sabes donde viajar.
¿Qué hacer cuando no sabes dónde viajar?
Y es una solución que últimamente está ganando muchos adeptos y fans. Se trata de contratar un viaje sorpresa. Pero, ¿cómo funcionan estos viajes? En realidad, es más sencillo de lo que parece. Además, te permitirá olvidarte de todo el lío que supone andar haciendo reservas, check-ins y lidiando con las mil páginas de vuelos, hoteles y demás que siembran Internet.
De esta forma solo tendrás que elegir las fechas, el número de viajeros y a funcionar. Ya que el resto lo harán por ti. Es decir, tanto la reserva del vuelo como del hotel y el check-in será automático, de modo que solo tendrás que preocuparte de hacer la maleta y presentarte en el aeropuerto a la hora indicada.
Un destino sorpresa
¿El destino? El destino es sorpresa. O al menos lo es hasta dos días antes de tu salida o, si eres un auténtico aventurero, lo descubrirás en el mismo aeropuerto. Pero ahí está la gracia de este tipo de viajes. Aunque, a pesar de que no sabes donde vas a viajar, tienes una idea general. Ya que, por un lado, te dan el pronóstico del tiempo, para que hagas la maleta con la ropa que necesites. Mientras que por otro hay una selección de destinos posibles.
Es decir, no te vas a ir por sorpresa a Nueva Guinea ni al pueblo de al lado, sino a uno de los destinos que ofrezca la página que elijas. Destinos que, generalmente, suelen incluir las principales ciudades europeas.
Solo tendrás que elegir una fecha
De esta forma, nos quitamos de en medio muchos problemas a la hora de elegir vuelos, hoteles y demás. Necesitando únicamente cuadrar las fechas de todo el mundo (algo que ya es bastante complicado). Además, los precios finales podemos verlos a la hora de elegir las fechas.
Precios que podrán variar dependiendo de los días que seleccionemos, ya que no es lo mismo viajar en épocas festivas y de temporada alta que en los meses de temporada baja.
Una experiencia personalizable
Por otra parte, podremos personalizar nuestro viaje bastante. Tanto en lo que a destinos como a horarios y duración se refiere. Es decir, podremos descartar destinos que no nos gusten o ya hayamos visitado. Así como elegir la duración del viaje entre los 3 y los 7 días y acotar las horas de nuestros vuelos.
Aunque, por desgracia, cuanto más acotemos y descartemos más nos costará el viaje. De modo que si queremos viajar de la forma más low cost posible, tocará jugársela.
El lado negativo
Este tipo de viajes supone una alternativa a la forma tradicional de viajar, si, pero también tiene su lado negativo. Y es que, una de las pocas cosas que sabes con certeza cuando no sabes donde quieres viajar son los sitios que no te llaman la atención. Con uno de estos viajes puedes terminar en uno de esos sitios, si no los descartas, claro.
Además, como todas las sorpresas, puede que no sea una sorpresa positiva. Y que una vez en el aeropuerto descubras que tu destino no te termina de convencer. Sin embargo, si que tienes garantizado un hotel con al menos 3 estrellas. Además de tener un mínimo de puntuación en TripAdvisor.
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