Sí, la playa está muy bien, pero las piscinas naturales son otro rollo. Te traemos algunas de las más espectaculares de España ahora que el calor aprieta ya oficialmente.
España está llena de maravillosos enclaves en los que disfrutar de piscinas naturales, tanto de agua dulce como de agua salada. ¿Nos vamos de excursión? Prepara la mochila y el bañador.
Gulpiyuri (Asturias)
¿Si te decimos que hay una playa escondida entre las montañas, que nunca tiene oleaje ni corrientes, en medio del Cantábrico? ¿Cómo te quedas? Pues es real, y está en Asturias. Con sus apenas 50 metros de costa, Gulpiyuri presume de ser la playa más pequeña de España y también una de las más curiosas. Se formó a lo largo de siglos, cuando el mar fue erosionando una cueva que, tras hundirse, permitió el paso del agua. ¿El resultado? ¡Hay que verla en persona!
El Caletón (Tenerife)
El Caletón, en Garachico, al norte de Tenerife, es famoso por sus originales formas causadas por la erupción del del volcán de Trevejo en 1706. Resulta un lugar perfecto para bañarse cuando baja la marea. La entrada es gratuita pero no te olvides de reservar porque el aforo es limitado.
Las Presillas (Madrid)
Cerca de Madrid tenemos una de las piscinas naturales más increíbles de toda la Península. Las Presillas, junto al río Lozoya y con unas fantásticas vistas del Pico de Peñalara, es un entorno que incluye tres piscinas naturales. Pocos lugares hay para escapar de las temperaturas de la capital: la temperatura del agua hace honor al nombre del pueblo donde se encuentran: Rascafría.
Sa Pedrera (Ibiza)
Posiblemente uno de los enclaves más espectaculares que te puedas encontrar. Se trata de unas canteras de piedra arenisca en las que se forman charcos de aguas transparentes y que cambian de color según el momento el día. Eso sí: se trata de un lugar pensado para los aventureros ya que para llegar allí es necesario atravesar caminos de tierra, un bosque y hasta dunas de arena.