La temporada de playa va tocando a su fin, pero esto no quiere decir que dejemos de disfrutar de la costa. Pasear por ella y disfrutar de los faros de España es una de estas maneras. Estos son algunos de los más bonitos.
Además de la indiscutible función que han desempeñado, los faros de España son toda una entidad en sí, como el fotogénico faro de Favàritx en Menorca, o una manera de dejar la mente en blanco, como sucede con el faro de Finisterre. Algunos se pueden descubrir en bici, como el faro del Albir, o paseando por un camino, como el que lleva al faro de Trafalgar.
Faro de Favàritx (Menorca)
El faro de Favàritx se integra en la Albufera des Grau y su entorno rocoso (hay a quien le recuerda a un paisaje lunar) lo ha convertido en uno de los más populares de la isla. Cuenta en los alrededores con calas como Tortuga.
Faro de Albir (Alicante)
Esta es una opción muy asequible para hacer en bicicleta y con niños, ya que el sendero que lleva al faro de Albir tiene apenas 2km y medio y discurre entre poco desnivel, rodeado de unas preciosas vistas al mar. Este faro se encuentra dentro del parque natural de Sierra Helada, donde también podemos disfrutar de pequeñas calas.
Torre de Hércules (La Coruña)
La Torre de Hércules es el faro romano más antiguo del mundo aún en funcionamiento. Sus 55 metros de altura se remontan al siglo I, pero su actual estética se la debe a una restauración del s. XVIII y desde entonces no han dejado de guiar a los barcos en sus travesías por el Atlántico.
Faro del Caballo (Cantabria)
Para llegar a este faro situado en Santoña deberás recorrer el sendero que sube por la montaña y nace del muelle del pueblo. Pero esto no es todo, porque una vez hayas llegado a lo alto del monte Buciero deberás bajar (y subir a la vuelta) sus 700 escalones. Como recompensa, aguas turquesas y paredes verticales rodeadas de bosque de laurel.