La 44ª sesión del Comité ha decidido incluir el Paseo del Prado y el Buen Retiro de Madrid en la lista del Patrimonio de la Humanidad.
En España estamos de enhorabuena; contamos con un nuevo enclave Patrimonio de la Humanidad. Y es que tras muchas deliberaciones, evaluaciones e idas y venidas, Madrid se alza por fin como Patrimonio de la Humanidad.
Y es que tras revisar del revés y del derecho las más de 1500 páginas de la candidatura de Madrid, la capital ha dejado de ser la única gran capital europea que no figuraba en la lista.
La candidatura Paseo del Prado y Buen Retiro, un paisaje de Artes y Ciencias era una aspiración de hace tiempo de Madrid que se remonta al año 2014, cuando comenzó la gestión para que fuese incluida en la lista de la UNESCO en la categoría de Paisaje Cultural. La candidatura de Madrid basa el “valor universal excepcional” que requiere el organismo en esta unión entre cultura y naturaleza.
Cultura y naturaleza, unidas
En este espacio se encuentra el Paseo del Arte, formado por los vértices del Museo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. A ellos se llega por el Paseo del Prado, que fue el primero de los paseos arbolados en una ciudad europea.
Entre los monumentos en esta zona destacan la Puerta de Alcalá, la Cibeles, edificios religiosos como el monasterio de los Jerónimos, instituciones tan importantes como la Real Academia Española de la Lengua, el Real Observatorio Astronómico o la Bolsa, además de algún que otro ministerio.
Llamamiento a recuperar los espacios verdes
La declaración como Patrimonio Mundial por parte de la UNESCO es también un llamamiento a recuperar los ideales de la Ilustración: grandes espacios verdes integrados en el espacio urbano. Este ideal dio lugar a la construcción del Jardín Botánico, por ejemplo.