Muchas veces, al viajar, nos vamos a un país donde emplean una moneda distinta a la que estamos acostumbrados, haciendo obligatorio que tengamos que pasar por una casa de cambio o un banco. Sin embargo, hacer un cambio de moneda al irte de viaje tiene más miga de la que parece. Sobre todo si queremos cobrar la mejor tarifa y que nos cobren la menor comisión posible.
Sí, en el mundo actual lo mejor es usar la tarjeta. Pero hay locales en los que es mejor pagar con efectivo y pequeños comercios en los que directamente es la única forma de pagar. Por lo que nunca está de más llevar algo encima.
¿Hacer cambio de moneda en el aeropuerto?
Si no te quieres volver loco con todo este tema, lo más cómodo es hacer el cambio de moneda al irte de viaje. Es decir, en el aeropuerto mismo. Y es que la mayoría de aeropuertos de tamaño medio y prácticamente todos los grandes tienen un lugar dedicado a esto.
¿La parte mala? Que la comodidad se paga. Normalmente en forma de comisiones abusivas o tipos de cambio muy flojos. Es decir, si tienes Euros y quieres Dólares, es posible que en vez del precio de mercado te paguen unos céntimos menos por cada Euro. Lo que se puede traducir en mucho dinero perdido para grandes cambios.
De forma que, a menos que tengas muchísima prisa, no es lo más recomendable. Porque, como te contamos más abajo, existen mejores opciones.
Casas de cambio
Se trata de locales (por lo general pequeños) que se dedican a eso de «venderte dinero». Es decir, allí puedes cambiar tu dinero por otras divisas, siempre a cambio de una pequeña comisión. ¿La parte buena? Que como no tienen un sitio tan bueno como las del aeropuerto, suelen tener mejores tipos.
Sin embargo, del mismo modo que en los aeropuertos, esos sitios están ahí para ganar dinero con la transacción. Así que, aunque sea un poco, perderás con cada cambio que hagas. Pero, a pesar de eso, son una gran opción si vas con prisas.
Los bancos, la mejor opción
Si tienes tiempo (y ganas) la mejor opción a la hora de realizar un cambio de moneda al irte de viaje son los bancos. Y es que además de, en muchos casos no cobrarte comisión, te ofrecerán los mejores tipos de cambio. Por lo que perderás lo mínimo posible.
Lo bueno es que podrás hacerlo tanto en tu país de origen como en el país al que viajes. De forma que no tengas que llevar mucho dinero encima a la hora del viaje en sí. Aunque, si no eres muy fan de los bancos, siempre puedes sacar dinero directamente de un cajero por una pequeña comisión (que suele ser fija).
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