Sales de viaje en menos de dos días, no puedes aguantar las ganas, claro, pero tu maleta sigue sin hacer. Sin embargo, no hay que preocuparse porque desde ILovetravelling estamos aquí para echarte una mano y ayudarte a no volverte loco haciendo la maleta en el último momento (y sin que se te olvide nada).
Ojo con la maleta que eliges
No siempre hace falta llevar un auténtico maletón, ni siempre te va a valer con una pequeña mochila de viaje. Lo mejor es saber ajustarnos a cada situación y a cada viaje. Porque si se trata de un viaje low cost de fin de semana, lo más probable es que nos baste con una bolsa de deporte.
Además, teniendo en cuenta estos factores no nos llevaremos ningún susto a la hora de subir la maleta al avión o a la hora de pesarla. Matando así dos pájaros de un tiro.
Las listas te salvará de un susto
Sí, tu memoria te ha sacado del paso en más de una ocasión, pero no es infalible. Y antes que verte en tu destino sin una cosa imprescindible, es preferible hacer una pequeña lista con todos los must que irán en la maleta (y con los que llevarás en la mano).
Además, al escribir las cosas te darás cuenta de si te estás dejando algo o, por el contrario, te ibas a llevar cosas de más. Una solución rápida y fácil para un problema más que frecuente.
La organización es la clave
Para no volverte loco haciendo la maleta es muy importante una buena organización. No solo porque así ahorrarás muchísimo espacio, si no porque seguro que te libras de algún que otro trámite. Como tener que vaciar tu maleta en el aeropuerto porque llevas algo «un poco sospechoso» (que estos días podría ser un simple secador de pelo).
Por norma general, guarda primero las prendas más grandes y pesadas y, justo encima, toda la tecnología. De esta forma no solo la tendrás más a mano, si no que además irá protegida. Además, es muy conveniente usar los bolsillos laterales para la ropa interior, ya que abulta poco y no quitan espacio.
Enrolla tu ropa para ahorrar espacio
La forma más eficiente de guardar tu ropa es, curiosamente, enrollándola. Así que olvídate de aplastar tu ropa como si fuera una hoja que quieres secar y comienza a enrollar. Ya verás que, casi sin esfuerzo, puedes guardar casi el doble de cosas en el mismo espacio.
Aunque ojo con las prendas más grandes como sudaderas o abrigos, porque a lo mejor te interesa llevarte uno encima por lo que pueda pasar. Y así, de paso, ahorrarás espacio.
imágenes: Pixabay